Estamos tan acostubrados a vivir con intensidad cada momento que olvidamos dejar un espacio para la meditación.
Meditar es mantener nuestros sentidos en lo agradable, en hechos presentes y no en recuerdos tristes o preocupaciones frente a un futuro que nos angustia.
Detener nuestros pensamientos para meditar no significa poner nuestra mente en blanco. Existen 2 formas diferentes para hacerlo:
M. mediante concentración. Centramos nuestra atención en la respiración, en una imagen, palabra o sonido. Si nuestra mente está tranquila, nuestra respiración será continua y sosegada. De este modo, todo fluirá naturalmente.
Meditación mindfulness. Abrimos nuestra mente a todo lo que hay a nuestro alredor, observamos pero no juzgamos, ni dejamos lugar para los malos pensamientos, recuerdos o situaciones que nos generan estrés.