Las emociones y los pensamientos pueden llevarnos a un estado de miedo, estrés y angustia. Es lo que se conoce como ansiedad y muchas personas han padecido esta situación alguna vez en su vida. Concretamente, según los datos de la OMS, más de 260 millones de personas en el mundo han sufrido este trastorno.
La RAE lo define como "el estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo". Es decir, es una respuesta natural de nuestro organismo a un estímulo que genera estrés y activa el sistema nervioso. Sus principales síntomas son psicológicos y físicos. Por tanto, abarcan desde el miedo, la inseguridad, la pérdida de control y la falta de concentración hasta el temblor, la sudoración, la respiración acelerada, el mareo o el insomnio, entre otros síntomas.
En ocasiones, la ansiedad puede aparecer de forma frecuente y también resulta bastante difícil de detectar y de controlar. Sin embargo, existen algunos consejos que te pueden ayudar a hacer frente a los ataques de ansiedad.
Cómo controlar la ansiedad
Tener una buena salud emocional y mantener el control de nuestros pensamientos y sentimientos es esencial. Por ello, si en algún momento sientes que tus emociones están fuera de control, te damos algunos consejos que te pueden ayudar:
1. Descansar de forma adecuada y llevar una alimentación saludable
Uno de los principales síntomas a los que se asocia la ansiedad es la dificultad de descansar y conciliar el sueño. Y, al mismo tiempo, una alimentación poco saludable también puede afectar a algunos síntomas de este trastorno.
Por tanto, llevar una alimentación sana y descansar bien es fundamental. Para ello, puedes encontrar los suplementos alimenticios que necesitas en un herbolario o una tienda especializada y así tendrás todas las vitaminas y nutrientes que necesitas.
2. Hacer ejercicio físico
El deporte y el ejercicio físico ayuda a liberar la tensión, el estrés, desconectar y relajar el sistema nervioso. La mejor opción es escoger por actividades con ritmos e intervalos suaves que no interfieran en tu estado físico.
3. Desviar la atención del problema
Normalmente, la ansiedad se produce porque existe un determinado problema o preocupación. En este sentido, lo más importante es conseguir desconectar y no prestar atención a ese problema.
Para lograrlo, es esencial descansar, hacer actividades que te gusten y tener contacto con otras personas. De este modo, podrás desviar la atención de ese problema y podrás relajarte.
4. Identificar y expresar tus emociones
La ansiedad suele generar una serie de emociones que te pueden afectar, desde la tristeza, la ira y el miedo. Por ello, lo primero que debes hacer es saber cómo te sientes y entender por qué te ocurre. En este caso, te puede ayudar hablar con alguna amiga o familiar y expresar todos tus sentimientos.
5. Aceptar la situación que estás viviendo
Controlar este trastorno no es una tarea nada fácil. Sin embargo, un aspecto fundamental es aceptar cuál es el problema y cómo puedes afrontarlo. Para avanzar y progresar, es esencial aprender a superar tus miedos. Por tanto, analiza qué es lo que te preocupa y toma la decisión más adecuada para mejorar la situación y tu estado de ánimo.
6. Aplicar técnicas de relajación
Otro de los consejos que debes incluir en tu rutina son las técnicas de relajación. Para empezar, intenta crear un ambiente relajado donde nadie te moleste y céntrate en tu respiración.
El siguiente paso es escoger una posición cómoda para ti, como por ejemplo estar sentado o tumbado, y cerrar los ojos. Posteriormente, respira de forma profunda y relaja todos tus músculos. Con tan solo unos minutos al día, conseguirás sentirte mucho más relajado y en calma.
En resumen, aprender a manejar la ansiedad y hacer frente a sus principales síntomas será fundamental.