La persona adicta al trabajo tiene una estructura de personalidad obsesiva, pues busca someterse a las obligaciones hasta forzar su conducta para cumplirlas. Esto lo lleva a una lucha interminable que él mismo considera dura.
Te presentamos algunos rasgos comunes de la persona adicta al trabajo:
• Tiene la necesidad de reconocimiento social.
• Es perfeccionista y tiene baja autoestima.
• Prefiere trabajar sola.
• Es muy exigente con ella misma y con los demás.
• Tiene obsesión por el orden, la limpieza y el cuidado de los detalles.
• No tiene en cuenta los sentimientos de los demás o el compañerismo a la hora de trabajar.
• Cuando alcanza un puesto con poder se deshumaniza: espera que sus subordinados cumplan siempre con lo que pide.
• Utiliza el trabajo como refugio para escapar de otros problemas.
Si presentas estas características es mejor que acudas a un especialista para una correcta evaluación. Una buena forma de combatir la adicción al trabajo es a través de una terapia cognitiva. ¡Buena suerte!