La manera más fácil para saber si no padeces de adicción a la masturbación, es abstenerte de cualquier forma de sexo por treinta días. Si puedes aguantar ese tiempo en tu primer intento, probablemente no seas adicta.
Pero, si no puedes aguantar más de dos o tres días, aparentemente tienes un problema de adicción. Y su recuperación dependerá de reforzamiento en tres áreas: cuerpo, alma y espíritu.
La recuperación física involucra abstinencia. Es un acto difícil, por ello se necesitará reforzar conjuntamente el área emocional y espiritual.
Es importante buscar la ayuda de un especialista en temas de adicción sexual y buscar apoyo en tu pareja para evitar caer nuevamente en la tentación. Puede ser un paso intimidante para la persona adicta; sin embargo, el proceso de su recuperación dependerá mucho de su motivación por liberarse de sentimiento eufórico.