Si tienes algo olvidada la habitación del lavado, empieza a cambiar algunos detalles en ella.
Busca el orden antes que nada. Los ganchos de ropa, las cestas de ropa y algún otro mueble deben estar organizados en el espacio, de modo que sea fácil caminar en él.
Si es un espacio grande, aprovecha el espacio para guardar objetos en desuso, los elementos de costura y planchado también pueden ser incluidos.
Sé original en la decoración. Si no tienes un mueble multifuncional, aprovecha las paredes para colocar repisas y en ellas, los accesorios del lavado o la ropa del planchado.
El cuarto del lavado no tiene por que ser oscuro. Al igual que el resto de habitaciones debe estar iluminada, si no es con la luz natural, prueba con luz artificial o colocándo colores claros a los objetos a su alrededor.
Recuerda darle una apariencia cálida con el uso de plantas o cestos de mimbre, deja volar tu imaginación.