Sin importar la edad que tengas, tu madre es mayor que tú. Parece una afirmación tonta, pero… el hecho de tener más edad, también hace que tenga más experiencia y tiene cierta influencia psicológica en tí. Ha vivido más, tiene más conocimiento de la vida, de la familia, de cómo ser madre, esposa, amiga. Y por todo ello una madre siempre aconseja a su hija.

Aunque cada madre es diferente, hay algo que todas estas mujeres tienen en común: «son las mejores». Sí, para nosotras no hay nadie como nuestra madre.

Las recomendaciones de madre a hija que nunca cambian

Es cierto que en algunos momentos de nuestra vida, creemos que sabemos mucho más que ellas. O llegamos a desestimar sus consejos, poniendo prioridad a los de nuestras amigas o amigos. Pero, nuestra madre siempre quiere lo mejor para nosotras. Por eso, aquí te dejamos algunos consejos de madres a hijas que perduran en el tiempo, y nos ayudan a ser mucho mejores.

1. Piensa bien antes de hablar

Sin duda es un consejo práctico, que tiene fundamento en un libro muy sabio y muy antiguo que dice «toda persona debe ser presto en cuanto a oír, lento en cuanto a hablar, lento en cuanto a ira» En algún momento habremos estado en aprietos por no haber sabido callar cuando tocaba y hayamos soltado todo lo que pensábamos. Es un problema común. Después de todo, es algo muy difícil de lograr.

2. Trata a los demás como quieres que te traten a ti

Una variante muy conocida de este consejo de madre a hija es «no hagas lo que no te gusta que te hagan». Pero el consejo de mamá es mucho más abarcador. Nos da la idea de actuar bien con todos, y no solo, de no actuar mal. Si lo piensas bien, entenderás la diferencia.

3. Considera que todos somos iguales

Considerar a todas las personas por igual, nos permitirá no desestimar a nadie. No hacer distinciones de edades, razas o culturas, todos somos humanos y por lo tanto nos respetamos.

Este consejo de madre a hija también va más allá. Cada persona a la que conocemos tiene algo que enseñar y algo que aprender. Tratemos de sacar lo mejor de cada uno para crecer como personas.

4. Perdona con facilidad

El rencor sólo nos afecta a nosotras mismas y nos quita felicidad. Adquirir la costumbre de perdonar con facilidad los errores que otros cometen nos hace mejores personas. Después de todo, ¿no cometemos también muchos errores? Seguro que sí. Y también nos gusta que nos perdonen por ellos.

5. Sé generoso

Alguien dijo una vez «hay más felicidad en dar que en recibir» y lo cierto es que ayudar a alguien, sin esperar nada a cambio, es una muestra de grandeza interna. Mejor aún si nadie lo nota, porque, la intención es ayudar, no obtener reconocimiento o gloria por ello.

Este es el consejo de madre a hija que se evidencia en su relación, una madre, por amor, desde el primer momento lo da todo por una hija y nunca espera nada a cambio.

7. Haz cosas útiles

Tener buenos hábitos, puede representar la diferencia entre vivir bien y feliz, o todo lo contrario. Planificarte los estudios, ir al gimnasio o hacer voluntariado. Actividades que nos ayuden a organizarnos, ser productivas, eficientes y eficaces. Así cuando conozcas al hombre de tus sueños tendrá mil motivos por los que enamorarse de tí.

8. Elige bien tus amistades

Las amigas y amigos tienen una gran influencia en nuestras vidas. En nuestra forma de actuar y de pensar. Saber elegir las amistades es importante si queremos llevar una vida sana. Algunos pueden pensar que sólo los de mente débil se dejan llevar, pero… La realidad es que las personas con quien hacemos amistad, reflejan nuestra forma de ser. Como dicen por ahí: «dime con quién andas, y te diré quién eres»

Estos ocho entrañables consejos de madres a hijas son los pilares de nuestra educación. Las madres nos los dan porque algún día seremos recién graduadas y abandonaremos el nido. Estos consejos se han repetido de generación en generación y se resumen en ser buena persona. ¿Porqué vamos a dejar de seguir la cadena?