Para que tu mascota no ponga tu casa de vuelta y media, piensa en decorar los ambientes sin olvidar que ellos convivirán en ellos, como cualquier miembro de la familia.
Evita los tejidos muy delicados a los arañones de tu mascota. Nada de terciopelo porque atrae el cabello de los animales, tampoco de seda porque es complicada de lavar. Y menos los sofás de cuero porque se dañan rápidamente si sabemos cuidarlos.
Decora con colores fuertes, incluso usando estampados en los cojines, en las sábanas de la habitación o en los revestimientos en las paredes.
Coloca alfombras solo en algunas zonas de su casa, en la habitación principal y en la sala tal vez. Es mejor no usarlas en más ambientes para evitar la presencia de ácaros o pulgas.
Si buscas elementos decorativos originales y combinables, piensa en su durabilidad antes que nada. Prefiere antes los objetos de plástico o de otro material menos frágil, si eliges el vidrio te cuidado de ubicarlos al alcance de tu mascota.
Dispón de un lugar donde guardar los accesorios del animalitos: correas, prendas (una monada en temporadas frías), juguetes o implementos de limpieza.