Los hombres y las mujeres poseen una constitución física diferente, la cual influirá al momento de plantearse una rutina de entrenamiento. En tal sentido, existen ciertas consideraciones básicas que los entrenadores profesionales toman en cuenta dependiendo del sexo del alumno.
Lo primero es considerar que la cantidad de masa muscular de las mujeres es inferior entre un 5 a un 8 % que de los hombres, lo cual supone un límite para la ejecución de ejercicios de fuerza, especialmente los que requieren el uso de cargas adicionales.
No obstante, esta diferencia es beneficiosa para la mujer en la práctica de deportes como la natación.
En lo referente a la menstruación, esta suele afectar el rendimiento deportivo de la mujer debido a que aumenta su frecuencia cardiaca, la presión arterial, la temperatura corporal y disminuye el porcentaje de hemoglobina en la sangre.
Eso no quiere decir que alguno de los dos sexos no puedan llegar a niveles considerables según su físico.