¿Quién no recuerda aquella imagen de John Lennon y Yoko Ono desnudos en una habitación del Hotel Hilton en Amsterdam? Rodeados de fotógrafos y periodistas, se manifestaban a favor del amor y no de la guerra. Nosotros hace poco comentábamos que es difícil separar los problemas afectivos de los sexuales y afirmábamos: “No es fácil disfrutar en la cama cuando el trato diario entre los miembros de la pareja no es muy grato”.
En la pareja la hostilidad es muy dañina, más que nada porque si se rebasan ciertos límites es muy complicado hacer borrón y cuenta nueva. Es muy cierta esa frase que dice que el odio genera más odio. Por otro lado, en el caso del amor también es verdad que éste genera más amor. Y cuando hay amor todo es posible.
Desde hace años se han realizado investigaciones sobre los efectos de la satisfacción sexual y sus resultados confirman que puede mejorar la salud y contribuir a la longevidad. Cuando tenemos una vida sexual satisfactoria se nota, cambian las facciones y la expresión de la cara. A la mujer satisfecha en la cara se le nota -cuenta el dicho popular- y nosotros decimos que al hombre también. Otra expresión popular es referirse a alguien huraño y con mal carácter como que está ‘mal follao’ o que necesita un buen polvo. La expresión mala follá es popular en Andalucía. Ciertamente la práctica del sexo hace que estemos más relajados, más contentos, más amables y de mejor humor. Las relaciones sexuales efectuadas con consenso son, en sí mismas, capaces de generar amor y un ambiente agradable.
Lógicamente no se trata de las relaciones meramente genitales y en las que más que compenetración todo se queda en “simple penetración”. Implica el mantenerse cercano a otra persona y en íntima relación con ella. De hecho, es éste el quid de la cuestión. Al experimentar intimidad, al sentir la conexión con la otra persona y al mostrar una atención mutua se pueden producir cambios neuroquímicos y hormonales que favorecen la salud del individuo ¿Te sumas a la moción? ¿Has notado la relación entre satisfacción sexual y bienestar?
Autores: Dra. María Pérez Conchillo, psicóloga clínica y sexóloga; Dr. Juan José Borrás Valls, médico sexólogo y psicoterapeuta; y D. Xud Zubieta Méndez, psicólogo sexólogo. Profesionales del Instituto de psicología sexología y medicina sexual Espill.