La fobia social generalmente la padecen personas sumamente tímidas. Estas suelen ser víctimas de un miedo y una ansiedad irracional, que hace que prefieran excluirse del grupo e interactuar lo menos posible con otras personas.
La persona que se ve afectada por este tipo de fobia entiende que sus comportamientos y actitudes no tienen ningún tipo de coherencia ni sentido, pero aún así siente miedo extremo al momento de enfrentarse a esas situaciones.
Esto gracias a que desarrollan cuadros de ansiedad anticipada, que hace que la persona piense que todo podría salir mal y que la gente lo creería débil, tonto o raro por su afección.
Esta se presenta tanto en hombres como mujeres, suele ser hereditaria y comienza a manifestarse a partir de la adolescencia.