Sandy es una madre de dos hijos, guapa y sexy, que acaba de cumplir los 40. Vive en el bonito barrio residencial de Sleepy Hollow y ha logrado dominar el arte de la multitarea: prepara pasteles, hace sándwiches, deja a sus hijos en el colegio y se ocupa de su liga fantástica. Su mundo aparentemente perfecto se viene abajo una mañana cuando descubre que su marido la engaña. Sobre la marcha, coge sus cosas y a sus dos hijos y se traslada a la ciudad de Nueva York, para buscar trabajo y empezar una nueva vida. Allí, conoce a Aram Finkelstein, un encantador licenciado universitario de 24 años que está pasando por un momento difícil de su vida. Acaba de descubrir que la joven francesa con la que apenas hace dos semanas que se casó en realidad lo engañó para casarse y conseguir así el permiso de residencia. A este chico romántico y optimista, ahora recién divorciado, le cuesta encontrar motivos para seguir teniendo fe en el mundo.Aram tiene dos trabajos, en un centro de mujeres y en una cafetería bajo el apartamento que alquila Sandy. Entablan amistad fácilmente. Cuando a Sandy la contrata un canal de deportes de Nueva York, le pide a Aram que haga de canguro de sus hijos. Él acepta su oferta, al fin y al cabo, no tiene una carrera, apenas tiene amigos y pasa demasiado tiempo con sus preocupadísimos padres.En el trabajo, la carrera de Sandy empieza a despegar y le ofrecen un ascenso. Su mejor amiga la anima a que empiece a salir de nuevo pero, tras una desastrosa noche, se convence de que sus tiempos de citas han quedado atrás. Mientras tanto, Aram se va convirtiendo en una parte cada vez más importante de sus vidas. Es divertido estar con él y sus hijos lo adoran. Muy pronto, esta improvisada familia va tomando forma y, aunque hay una larga lista de razones por las que no deberían estar juntos, se enamoran. Sandy y Aram se topan con la resistencia de familiares y amigos a su nueva relación y ambos tendrán que decidir si lo que tienen es algo simplemente divertido y temporal o puede tratarse de algo realmente duradero.
Mi segunda vez
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