Tu hijo se casa y por fin vas a ser madrina de boda. Los nervios te inundan al tiempo que la ilusión se apodera de ti. Quieres estar perfecta para ese día. Por este motivo, deseas que no se te escape ningún detalle, sigue nuestros consejos y las 10 normas de protocolo para ser la madrina perfecta y triunfarás seguro.
Cómo ser la madrina perfecta y respetar el protocolo
Después de la novia, la madrina es una de las mujeres más admiradas en las bodas. Todo el mundo se fijará en ti ese día por lo que tienes que estar radiante y espectacular. Vamos a empezar por cuáles son las características del vestido que tienes que llevar para no salirte del protocolo.
¿Cómo ser la madrina perfecta? Ante todo busca la sencillez y la elegancia. No caigas en el error de incurrir en excesos. Así es el protocolo del vestido de la madrina en una boda, presta atención:
- El vestido de madrina nunca debe competir con el de la novia.
- No puede ser de color blanco, beige o similares.
- Se debe ajustar a tu cuerpo y estilo.
- Una de las normas de protocolo para ser la madrina perfecta es que las madrinas siempre deben ir de largo, independientemente de si la boda es de día o de noche. Lo cierto es que una madrina de corto no resulta nada elegante.
- En el caso de optar por un vestido corto, tu elección será la de un traje con altura por debajo de la rodilla.
- Otra clave del protocolo que debe seguir la madrina es que en las bodas por la mañana debes llevar mantilla. La mantilla se puede llevar con traje corto o largo, pero siempre con vestidos de una sola pieza y manga francesa. ¡Ojo! La mantilla nunca debe exceder el largo del vestido. Por otro lado, están las bodas que se celebran por la noche y en las que podrás llevar un precioso y discreto tocado. ¿Cuándo se debe quitar la mantilla la madrina en una boda? Generalmente, podrás quitarte la mantilla después de comer o el baile de los novios.
- Si no quieres llevar mantilla también puedes optar por la pamela si la boda es de día, o por sombrero de ala corta si la boda es de tarde/noche.
- Cuidado con los complementos que escoges para lucir con el vestido de madrina. El uso de pendientes, collares y anillos no deberá ser excesivo. Si la ceremonia es por la mañana elige joyas discretas basadas en una única pieza que destaque. En el caso de que la boda sea por la noche puedes optar por complementos un poco más sofisticados. Trata de buscar siempre el equilibrio perfecto en todo el conjunto y no te olvides de acompañar tu look con un bolso de mano pequeño hecho en tela de fantasía.
- Las madrinas nunca irán con zapatos planos a una boda. Ya sabemos que el día es muy largo y los pies se cansan. Elige unos zapatos cómodos con un poco de plataforma en la parte delantera para que los tacones no sean tan altos.
- Por último el maquillaje, siempre usa tonos discretos acordes con los colores de tu vestido. Procura no disfrazarte demasiado y ser tú misma. Ante todo, sé tú misma. La clave está en la sencillez.
Saber mantenerse en segundo plano
Esta es la cualidad más importante de una madrina. Aunque sea la segunda figura más importante de la boda tras la novia, la madrina siempre ha de saber estar en un segundo plano. Su papel es estar atenta a todo lo que sucede alrededor, así como al lado de la novia para colocarle el vestido.
Ten claro que tú no eres la protagonista de ese día. Cede ese sitio a quien le pertenece y deslumbrarás por tu saber estar en el lugar que te corresponde.
Y lo más importante, nunca olvides tu sonrisa y cada una de las normas de protocolo para ser la madrina perfecta. Ese día debes estar radiante, así que sonríe y disfruta del día más importante de para tu hijo. Sin duda, ese es el mejor traje que puede llevar una madrina perfecta.