Cuando el ambiente social, familiar, económico o laboral es conflictivo suele afectar el estado de ánimo de la persona, dejándose llevar por el camino negativo.
La forma de salir de esta crisis es decidir por sí mismo abandonar los sentimientos negativos y reaccionar para salvaguardar tu equilibrio mental y huir de la derrota.
Puedes gritar, si gustas; pero sin olvidar que si hay algo que reforzar es lo de adentro: es uno mismo. Ten confianza en tu fuerza interna y deslígate del contexto negativo para no debilitar tu espíritu combativo y poder proyectar esa confianza en los demás.