Una vez llegas a la treintena, la piel empieza a experimentar los primeros rasgos de envejecimiento. En un primer momento son difíciles de percibir, pero con el paso del tiempo las arrugas y las pérdidas de volumen y densidad aparecen reflejadas en el rostro.
Por ello, es importante que comiences a cuidarte cuanto antes y así lograrás prevenir los principales signos de edad. Cabe destacar que estos cuidados deben empezar a partir de los 20 años a través de una buena hidratación de la piel y un aporte de nutrientes antioxidantes. Conforme llegues a los 30 años, no pueden faltar la aplicación de cremas y sérums antiedad para reafirmar la piel.
¿Cómo combatir signos del envejecimiento? A través de una adecuada rutina diaria de hidratación y reparación del rostro. ¡Te contamos cómo minimizar los efectos de la edad en tu piel!
Cuidados para evitar el envejecimiento de la piel
Con los años, la piel produce menos colágeno y elastina. Esto conlleva una pérdida de firmeza y elasticidad, dando lugar a problemas comunes como la flacidez, la aparición de las primeras líneas de expresión y las arrugas. ¿Qué cuidados y rutinas debes incorporar en tu día a día para retrasar este envejecimiento prematuro?
1- Limpia la piel a diario
El maquillaje, los productos químicos y la suciedad son los elementos que más perjudican a la piel. Por ello, hacer una limpieza facial y desmaquillarte antes de dormir es esencial para dejar un rostro limpio. Hazlo cada día y empezarás a notar sus beneficios efectos.
2- Exfolia el rostro
Utilizar un exfoliante una o dos veces a la semana te ayudará a eliminar las células muertas de la piel. De este modo, conseguirás mayor luminosidad y suavidad. No obstante, debes elegir un producto que sea adecuado en función de tu tipo de piel.
3- Añade colágeno para revitalizar la piel
A partir de los 25 años, deberás introducir en tu rutina de cuidado facial principios activos que estimulan la producción de colágeno y elastina. Así, lograrás retrasar al máximo la aparición de arrugas y la pérdida de elasticidad. La vitamina C y el retinol son nutrientes esenciales para la producción de colágeno.
4- Cuidado con el sol
El sol afecta mucho a la piel. Por este motivo, se debe proteger el rostro siempre antes de salir de casa, tanto en verano como en invierno. Realmente, ¿qué provoca el fotoenvejecimiento? Desde flacidez, pigmentaciones y líneas de expresiones estáticas hasta arrugas. Para evitar el impacto del sol, utiliza una correcta hidratación e incorpora cuanto antes una crema con protección solar. ¡Tu piel lo agradecerá!
5- Introduce cremas antiarrugas a partir de los 30
La prevención es lo primero. Cuidar la piel de joven te ayudará a reducir los signos de envejecimiento que surgen con el tiempo. Sin embargo, a los 30, no solo es necesario una buena hidratación, sino también la aplicación de tratamientos más concretos.
En este sentido, utiliza una crema antiarrugas que incorpore vitamina C y E para combatir los efectos de la edad. Tu rutina facial debe convertirse en un ritual cada noche. De este modo, tu piel cobrará mayor luminosidad a pesar del paso de los años.
6- Sigue un estilo de vida saludable
Más allá de las rutinas de belleza, la piel es un reflejo de tu salud. Es importante tener un estilo de vida saludable y para ello no pueden faltar los siguientes hábitos:
- Buena hidratación: Bebe dos litros de agua al día.
- Alimentación sana y equilibrada: Incorpora nutrientes y alimentos saludables como las frutas, las verduras, los frutos secos, el pescado y la carne.
- Dormir al menos 8 horas
- Evita el estrés
- No fumar o beber en exceso
- Hacer deporte
Cuida tu rostro con estas sencillas recomendaciones y escoge los productos adecuados para devolver la elasticidad y la luz a tu piel.