Dentro del mundo del maquillaje, pocas cosas son tan importantes como elegir una buena base de maquillaje. La base es la primera capa que cubre nuestra piel para, posteriormente, utilizar el resto de productos de belleza. Por este motivo, se debe escoger una opción adecuada que encaje con nuestro tono y textura de piel. Una mala elección conllevará un resultado demasiado artificial.
Sin embargo, ¿qué debemos tener en cuenta para dar con la base correcta? ¡Te damos algunos tips básicos!
4 consejos para elegir tu base
A la hora de seleccionar la mejor base para seguir una buena rutina de maquillaje, es esencial valorar una serie de elementos:
Tono de piel
La base de maquillaje debe adaptarse al tono de tu piel. Aunque muchas personas creen que debe ser más oscuro, esta condición solo se cumple si la piel del rostro y del cuerpo tienen diferentes tonalidades. O, por el contrario, si nuestra piel se encuentra parcheada. Por ejemplo, esto ocurre al tomar el sol. En esos casos, la base debe compartir el mismo tono con el cuerpo. De ese modo, crearemos uniformidad.
Si, por el contrario, nuestro rostro y nuestro cuerpo tienen el mismo tono, la base de maquillaje debe adaptarse. Como hemos comentado, la idea de la base es que funcione como una “segunda piel” y sea imperceptible para el resto de personas.
Tipo de piel
No solo debemos conocer nuestra piel a la hora de elegir el tono, sino también al elegir la textura o el tipo de base. Podemos encontrar diferentes opciones en función del tipo de piel: para piel grasa, maquillaje no comedogénico, para piel seca, etc. No obstante, en el mundo de maquillaje, debemos evitar acabar con una piel seca, pues conllevará que se vislumbre fácilmente el maquillaje.
En este sentido, los expertos recomiendan la base en polvo para las pieles grasas porque tiende a evitar la aparición de brillos. Por el contrario, el maquillaje en barra es más aconsejable para las pieles secas.
Cobertura
La textura del maquillaje, ya sea líquida, en barra o en polvo, tiene una influencia decisiva en la cobertura de la base. A la hora de seleccionar la base que queremos, es importante considerar hasta dónde queremos cubrir nuestra piel.
De este modo, lo más frecuente es que las personas con marcas en el rostro tiendan a la alta cobertura, mientras que quienes disfrutan de un cutis perfecto apuesten por bases ligeras. No obstante, cada persona es un mundo y en este punto entran cuestiones como los gustos personales o el uso de la propia base.
Subtono
Aunque muchas personas no lo saben, las bases de maquillaje tienden a un subtono determinado, normalmente entre el amarillento y el rosado. Algunas pieles se adaptan mejor al subtono rosado. Este suele ser el caso de pieles muy claras y algo rosadas. Mientras, otras encajan dentro del subtono amarillento. Normalmente, se trata de personas con tez más morena.
Existen pieles muy diversas. Por ello, en el mercado, es posible encontrar bases variadas y que se adaptan a todo tipo de pieles y tonalidades.
Además, nuestra recomendación es que hidrates la piel en profundidad antes de aplicar base. Algunas marcas como Dermacol cuentan con productos de hidratación para antes de la base. Y su resultado es, sin duda, mucho más natural.