Conocer cuál es tu tipo de piel te ayudará a cuidarla mejor y a utilizar los productos adecuados. Aquí podrás encontrar algunos consejos para que puedas descubrir cuál es tu tipo de piel y cómo debes cuidarla.
5 tipos de piel: Descubre cuál es la tuya
Dicen que el rostro es un fiel reflejo del alma y es que, la cara está repleta de pequeños detalles que la hacen única e irrepetible. El color de nuestros ojos, la forma de la nariz, o también el tipo de piel que tenemos, son la seña de identidad de cada mujer.
Por ello, es importante que sepas reconoces cuál es tu tipo de piel, con el objetivo de poder darle todos los cuidados que necesita en cada momento:
1. Piel seca
La piel seca es aquella que presenta un aspecto escamoso y áspero. Se trata de un tipo de piel que puede llegar a ser muy molesta, ya que las mujeres que la tienen sienten cierta tirantez en su rostro cuando hablan o sonríen.
Para poder hidratar y regenerar la piel seca o incluso dañada, necesitas escoger productos específicos para este tipo de piel que le aporten toda la hidratación que necesita a diario y también que le devuelvan su elasticidad natural.
En muchas ocasiones se desconocen los motivos de tener una piel seca, algunas de estas causas pueden deberse por ejemplo, a los cambios de temperaturas, al frío o al calor. Weleda numera y explica algunas de ellas, para así poder elegir aquellos productos que más se ajusten a las necesidades de tu piel.
2. Piel grasa
Las mujeres con la piel grasa, por el contrario, producen un exceso de sebo a través de los poros. Esto puede ser debido a cambios hormonales, a una predisposición genética o al estrés del día a día.
La piel grasa se caracteriza por ser brillante, por tener los poros agrandados y también por la constante aparición de granitos, puntos negros y otras impurezas.
Para cuidar la piel grasa es conveniente lavar el rostro con un jabón neutro dos veces al día y después, aplicar una crema o loción específica para pieles grasas. Asimismo, este tipo de piel necesita una rutina de exfoliación, como mínimos, una vez por semana utilizando para ello una una mascarilla exfoliante específica para pieles grasas.
3. Piel mixta
La piel mixta es aquella que mezcla aspectos y características de la piel grasa y de la piel seca. Se trata de una piel que tiene un brillo untuoso y puede ser propensa a la aparición de granitos y acné en la zona de la frente, la nariz o la barbilla.
El tratamiento ideal para este tipo de piel son las cremas y lociones específicas para piel mixta, ya que éstos tienen una formulación especial que consigue el equilibrio perfecto entre la grasa y la sequedad.
4. Piel sensible
La piel sensible es la más vulnerable ante los factores externos, como el sol, el frío o el estrés. Este tipo de piel se suele enrojecer con facilidad y pierde la elasticidad rápidamente. Además, suele provocar picores y sequedad.
Para tratar y cuidar la piel sensible es importante escoger productos específicos para este tipo de piel, como por ejemplo, una crema hidratante que contenga un factor alto de protección UV, así como productos de limpieza que sean suaves (con un pH neutro) y que no contengan perfumes.
5. Piel normal
La piel normal es aquella que está en equilibrio, es elástica, suave, luminosa y los poros son de tamaño normal. Para cuidar la piel normal es suficiente emplear una crema hidratante para pieles normales cada día y seguir una rutina de limpieza diaria con agua y un jabón neutro.