En una relación sentimental al principio todo es fuego, pasión y desenfreno. Con el tiempo estos sentimientos van dando lugar a otros, ya que cada etapa del amor tiene sus características y no todas tienen por qué vivirse de la misma manera.
Pero lo cierto es que a veces echamos de menos sentir aquellas cosquillas en el vientre que notábamos los primeros meses de nuestra historia juntos. Si es tu caso, la buena noticia es que no es imposible que las mariposas vuelvan a revolotear en vuestros estómagos, solo hace falta ponerle un poco de imaginación y ganas. Porque en realidad el amor es como una hoguera: hay que echarle leña todos los días para que no se apague. Esto beneficiará a vuestra relación y la sacará de la monotonía.
Así que, ¿por qué no preparamos un poco de leña para avivar vuestro fuego?
Aquí van unas cuantas ideas con las que preparar una cautivadora cena de amor para dos:
- Crear la atmósfera adecuada. En la vida todo sucede en un escenario: los exámenes en un aula, los partidos de fútbol en un estadio y las cenas románticas en una sala acogedora donde el romanticismo flote en el aire, ya sea en un restaurante o en tu propia casa. Esto es lo que nos condiciona a encarar estas situaciones con un determinado estado de ánimo, así que procura que la cena que prepares para ti y tu pareja transcurra en un ambiente así. Para lograrlo, céntrate primero en las tonalidades del salón o la salita. Te recomendamos que uses colores cálidos, como el rojo o el rosa intenso. Viste la mesa con un mantel de color rojo, por ejemplo, y pon un par de velas rojas también a cada extremo, de modo que no os impidan veros las caras suponiendo que os sentéis el uno frente al otro. En cada copa coloca una servilleta doblada formando una figura atractiva, como un pétalo acabado en punta, un corazón o un abanico. Sí, lo has adivinado, también de color rojo. Luego haz que la pasión flote literalmente en el aire poniendo música romántica a un volumen audible, pero que no opaque vuestra conversación. Por último, que la luz que ilumine la estancia sea la de una lamparita en un rincón, que puedes cubrir con un pañuelo del color que prefieras para que alumbre todo el salón con esa tonalidad.
- Preparar un menú sensual. Lo que vayáis a comer dependerá de vuestros gustos, pero mejor si preparas bonitas formas a juego con todo lo demás: ensalada con rodajas de tomate formando corazones o algo parecido puede ser una gran idea. Echando mano del tópico, añadir a los platos algo de marisco puede ser un eficaz afrodisíaco para después de la cena.
- Vestir tus mejores galas. Así como preparas todo el entorno, tú también debes prepararte a juego con lo demás. De hecho eres el elemento central de la puesta en escena, así que elige un vestido que resalte tus encantos, para que tu pareja no pueda apartar sus ojos de ti.
- ¿Por qué no seguís con el “postre” en la habitación? Cuando lleguéis a este punto ya llevaréis un buen rato sentados en la mesa –a no ser que tu pericia preparando cenas románticas os haya dado ganas de saltaros los platos y pasar directamente a la acción–, así que si has dejado previamente un rastro de pétalos de rosa desde el salón hasta vuestro dormitorio, podréis seguir allí con el postre. Fresas, nata… ¿nos sigues?
Solo falta que escojas el día para tener vuestra apasionada cena romántica y que hagas uso del elemento sorpresa, para que el efecto sea aún mayor. ¡Ya nos contarás! 😉