Que la convivencia en pareja puede llegar a ser muy complicada, es un hecho. Muchas veces, el dinero se convierte en una de las principales razones por las que una pareja discute. Para ello, existen mecanismos que pueden ayudar a reducir la tensión de la pareja a la hora de gestionar sus ingresos.
¿Cómo podemos mejorar la gestión de nuestra economía doméstica?
Actualmente, los bancos nos ofrecen muchas facilidades a la hora de gestionar nuestros ingresos familiares. Incluso, en los casos en que el pago de la nómina se realice en efectivo, existen muchas opciones para mantener el dinero seguro a través de Cuentas de Banco Básicas accesibles para cualquier persona que requiera de este servicio. Ahora, coge papel y bolígrafo porque lo que te vamos a contar, te interesa.
Tener un presupuesto claro
Cuando empiezas a vivir en pareja, lo primero que tenéis que tener en cuenta a la hora de gestionar vuestra economía doméstica es el presupuesto máximo que os podéis gastar al mes. Lo mejor siempre es separar los gastos básicos (luz, agua, hipoteca, etc) de aquellos gastos más personales como ropa o algún que otro capricho. Así como también, destinar una parte para el ahorro y poder hacer frente a posibles imprevistos económicos.
Abrir una cuenta conjunta
Aunque no lo creas, tener una cuenta compartida con tu pareja puede solucionar muchos problemas en la gestión de vuestros ingresos. De esta forma, los gastos familiares se repartirán por partes iguales. Así, podréis evitar problemas relacionados con quién de los dos paga más al mes desde su cuenta.
Además, esto te permitirá tener a mano todos los movimientos que ambos realicéis en la cuenta y controlar más fácilmente, los gastos innecesarios. Por no hablar de que será más fácil no excederte en los presupuestos que planeasteis. Esta monitorización bancaria ha venido muy favorecida por las aplicaciones móviles de las entidades, que te permiten consultar tu saldo de forma más rápida. ¡Pero no olvides, que los dos debéis tener acceso a los datos!
Tener una parte reservada para gastos personales
Aunque os recomendamos contar con una cuenta conjunta, nunca está de más reservar una parte para vuestros gastos personales. Lo ideal sería que mes a mes, apartarais la misma cantidad de dinero para ambos. Por ejemplo, 100€ para ti y 100€ para tu pareja. Ese dinero será totalmente personal. De esta forma, podréis evitar crisis de pareja y recriminaciones sobre en qué gasta cada uno su dinero. Además, si un mes no has gastado tu parte, puedes ahorrarla y acumularla para darte un capricho caro como una escapada romántica o con tus amigas.
En este sentido, puedes ayudarte de servicios bancarios como tarjetas de débito, que te permiten administrar tu dinero y recibir depósitos de forma fácil. Así como también, firmar con tu NIP, tu número de identificación personal, de forma que aunque pierdas tu tarjeta o te la roben, no podrán utilizar el dinero de tu cuenta.
Comunícate con tu pareja
Al final, los temas relacionados con la gestión del dinero son temas delicados, tanto en pareja como con amigos o familiares. Muchas veces, la principal razón de las discusiones económicas viene propiciada por la falta de comunicación. Evitar estos problemas, tiene una solución sencilla: hablar. Si ha llegado un gasto importante, si quieres comprar una tele nueva, un coche o cambiar el sofá, lo mejor será que lo expreses. No sirve de nada, llegar del centro comercial por sorpresa con un nuevo ordenador o con unos zapatos de marca que exceden vuestro presupuesto. Esta actitud solo provocará discusiones. Si quieres hacer una nueva compra de estas características, díselo a tu pareja. Seguro que es comprensivo y te ayuda a ahorrar para tu nueva adquisición.
Ahora que ya conoces te hemos dado algunos consejos para gestionar mejor el dinero de vuestro hogar, es el momento de contárselo a tu pareja. Seguro que si ponéis en práctica todas estas acciones, conseguís reducir las discusiones y ahorrar más en vuestra unidad familiar.