La energía psíquica de nuestro cuerpo puede ser motor de cosas positivas; sin embargo, su mala utilización hace que esta se pierda en el inconsciente.
Por ello, debes centrar tu energía psíquica al pensar de forma positiva: siente, trabaja, aprende, comparte, ama… siempre conjuga tus acciones al presente y proyéctalas al futuro. Así no alimentarás los miedos, los rencores y los traumas del pasado.
Piensa que tu mente es como una casa. En ella, tu energía psíquica será la luz. Si tu casa tiene más habitaciones a oscuras, al movilizarte chocarás con algún objeto de allí. Pero, si aprendes a encender la luz, podrás movilizarte y avanzar de forma segura.
Dentro del cerebro humano, hay estructuras inconscientes(hechos penosos, traumas, malas experiencias) que nos impiden utilizar la energía psíquica de forma útil. Por ello, debes aprender liberarla dirigiendo tu atención tareas productivas de la vida.