En la lucha por ser consideradas exitosas, inteligentes, justas, eficientes y atractivas, muchas personas suelen caer en la dependencia del juicio de los otros para valorizarse a sí mismo.
Según del legado de Williams James la formación del “autoconcepto” radica en su distinción entre dos conceptos fundamentales del sí mismo: Yo (Yo Existencial), y el Mí (t Yo Empírico).