Nuestra cocina debe lucir siempre impecable y claro que puedes lograrlo cambiando algunos detalles en ella. Presta atención.
Lo primero será retirar todos los objetos que tienes hacinados por años, y que restan espacio para colocar lo realmente necesario. Deshaste de electrodomésticos averiados, platos dañados o alimentos no perecibles que ya caducaron.
Coloca en lugares visibles los utensilios o ingredientes que normalmente utilizas. Gana espacio en las paredes con los estantes empotrados o con los ganchos magnéticos.
Lo más lógico es que los elementos usados para lo mismo estén juntos, sepáralos según sus funciones te facilitará la tarea de cocinar y también ahorrarás energías.
Los cereales o las harinas guárdalas en envases de plástico donde se puedan conservar por más tiempo.
Una recomendación más. Procura alejar la basura de la zona donde cocinas, si es posible crea un lugar especial para colocarla, y además manten limpia tu cocina durante o después de terminar de preparar los alimentos, de este modo evitarás que se concentre la suciedad.